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Asentamientos Romanos de Valladolid

Fernando Pérez Rodríguez-Aragón |

La actual Catedral de Nuestra Señora de la Asunción a mediados del siglo XVI está situada sobre un yacimiento romano
Asentamientos Romanos de Valladolid

Santa María de Valladolid, la Colegiata fundada por el Conde Pedro Ansúrez como monasterio propio, acabaría convirtiéndose en la actual Catedral de Nuestra Señora de la Asunción a mediados del siglo XVI, está situada sobre un yacimiento romano, acaso la antigua mansio o parada de postas de Tela, en la calzada de Astorga a Zaragoza por Clunia, una vía en dirección Este-Oeste que vendría por el valle del Duero y cruzaría el Pisuerga antes de atravesar los Montes Torozos. En este punto empalmaría con una vía, relativamente paralela, que seguía el valle del Esgueva y se cruzaría con otra, en dirección Norte-Sur, que seguía el curso del Pisuerga: la calzada de Sasamón a Ocelo-Duri (Villalazán, Zamora).

Sea como fuere, noticias de antiguos hallazgos en el solar de la Catedral y diversas intervenciones arqueológicas realizadas en el casco de nuestra ciudad: Calle de las Angustias, Calle Juan Mambrilla, Calle Duque de Lerma, Iglesia de la Antigua, Calle Arzobispo Gandásegui, Plaza de la Universidad, Calle Arribas, y Calle Bajada de la Libertad han revelado la existencia de un yacimiento romano situado en el margen izquierda del ramal norte del Esgueva. 

Dado lo exiguo de las intervenciones hasta ahora realizadas, resulta difícil caracterizar el carácter del yacimiento, acaso una villa o palacio rural, acaso un vicus o pequeño poblado. Sea como fuere sabemos que contaba con estancias calefactadas con un hipocausto, un sistema de aire caliente bajo el suelo similar al de nuestras tradicionales 'glorias', y soladas con pavimento de mortero hidráulico. Las cerámicas y monedas encontradas nos revelan que el sitio estuvo habitado al menos desde el siglo I d.C. hasta el final del Imperio romano, siglo V d.C.

En estos yacimientos en Valladolid se han encontrado entre otras cosas una pesa de un telar y un fragmento de un dolium o gran tinaja de almacenamiento. El resto de los fragmentos cerámicos pertenecen a la vajilla de mesa que los arqueólogos conocen como Terra Sigillata Hispánica. Los de color rojo son los más antiguos, fueron fabricados en los alfares de Tritium Magallum (Tricio, La Rioja). Se trata de cuencos fabricados a molde y decorados en el llamado "estilo de metopas" y "de imitación gálica" ya que en origen copiaban los recipientes fabricados contemporáneamente en el sur de la Galia, en los alfares de La Graufesenque (cerca de Millau), en la Occitania francesa. Los de color anaranjado son los más recientes. Fabricados en los Alfares de la cuenca del Arlanza y decorados con grandes círculos y composiciones geométricas seriadas en forma de espiga.

Las monedas pertenecen ya al Bajo Imperio: en la calle Angustias se encontró un follis del emperador Constantino (313-315) y en la Calle Arribas otras dos monedas, una de Constancio II (337-340) y otra de Juliano II 'el Apóstata' (355-361).

Restos arqueológicos de los asentamientos romanos en Valladolid

 

Texto: Fernando Pérez Rodríguez-Aragón Conservador del Museo de Valladolid

Cesión imágenes: Eloisa Wattenberg García Directora del Museo de Valladolid

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