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Cese y disolución de una sociedad

Manuel Chamosa & Jorge Caneda |

Cuando una sociedad cesa su actividad tiene unos costes administrativos y económicos anuales que tendrán que asumir los miembros de la misma.
Cese y disolución de una sociedad
 
Cuando hablamos de una sociedad que está inactiva, a veces ocurre, que no se tiene demasiado claro si esa empresa ha dejado de existir. Cabe señalar que una cosa es cesar en la actividad y otra disolver la sociedad. Cuando una empresa cesa en su actividad, dejarla inactiva es muy sencillo e inicialmente sin coste, pues no hay más que comunicarlo a la Agencia Tributaria para que ésta no tenga más obligaciones en apariencia con este organismo.

Asimismo, el administrador también podría darse de baja en el régimen de autónomos de la Seguridad Social. Sin embargo, el hecho de que una sociedad cese en su actividad no quiere decir que deje de existir y que ya no tenga obligaciones, pues todos los años deberá seguir presentando el Impuesto de Sociedades en la Agencia Tributaria como entidad inactiva, y como mínimo, las Cuentas Anuales en el Registro Mercantil, por lo que el administrador no puede desentenderse de la sociedad sin más. Como vemos, cesar en la actividad tiene finalmente unos costes administrativos y económicos anuales, por lo que es aconsejable no permanecer en esta situación más de un año, período en el que además, a partir de esa fecha el administrador responderá solidariamente de cualquier obligación social generada en la entidad.

Disolver y liquidar una sociedad también tiene unos costes, pues hay que hacerlo mediante escritura pública ante Notario e inscribirlos en el Registro Mercantil correspondiente. En este caso, de manera definitiva, la sociedad dejaría de existir y no habría más obligaciones por las que responder. Lo mejor, antes de tomar una decisión, es analizar la mejor conveniencia con su asesor.

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