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Entrevista a Estefanía Luyk

Carolina Laherrán |

Madrileña de nacimiento pero vallisoletana de adopción, así se describe ella.
Entrevista a Estefanía Luyk
Su primer trabajo como modelo llegó con tan solo 9 años, pero no fue hasta los 13 cuando comenzó a trabajar de  continuo, marcando el principio de una exitosa carrera. Con 14 años debutó en la entonces conocida como Pasarela Cibeles, y con 16 decidió hacer las maletas e irse a vivir a Milán. En esta ciudad italiana consiguió convertirse en referente para los exclusivos diseñadores de este país y las pasarelas más importantes del mundo se volvieron habituales para ella. Hija de Paquita Torres, Miss España en el año 1966, y de Clifford Luyk, famosísimo jugador de baloncesto de su época, no cabe ya ninguna duda de que estamos hablando de Estefanía Luyk. 

El amor hizo que hace 14 años trasladara su residencia a Valladolid porque ella “por amor lo deja todo”. Recuerda como al principio de su vida vallisoletana sus continuos viajes a Madrid por trabajo debía hacerlos en un tren que tardaba “la vida”, y cuenta con alivio como el día en que se inauguró el AVE que une la capital del Pisuerga con la de Manzanares ella iba subida en él. 

Pero su primera vez en nuestra ciudad llegó mucho antes de todo esto. Fue cuando su hermano, Sergio Luyk jugaba en el desaparecido Fórum Valladolid de baloncesto. Ella tenía 18 años y en ese momento ya se llevó una buena primera impresión. La entrevistamos en la vallisoletana Biblioteca de Castilla y León, situada en un palacio emblemático de la ciudad.

¿Cómo recuerdas la primera vez que pisaste Valladolid?

Bien, muy bien. La gente aquí en Valladolid a mí siempre me ha tratado fenomenal. Mi hermano tenía grandes amigos aquí y todos los compañeros del equipo le tenían mucho cariño. Siempre que venía aquí me encantaba porque era muy bien recibida.

Imagino que nunca pensaste en ese momento que acabarías aquí viviendo… 

¡Nunca en la vida! Es que la vida da tantas vueltas que es increíble. Tú te imaginas cuando venía yo a ver a mi hermano a los partidos, pensar que años después iba a vivir aquí… iba a tener aquí a mi segundo hijo… Es una cosa alucinante. 

Antes de profundizar en tu vida en Valladolid, retrocedamos en el tiempo y hablemos de tu infancia en Madrid. ¿Cómo fue crecer teniendo como padres a dos personas tan conocidas en aquella época? 

Para mí era muy normal salir en las revistas, yo salía en las revistas desde que nací. Luego, cuando me descubrieron en el mundo de la moda, me acompañaban los fotógrafos al colegio y eso era un agobio, la verdad. Siempre me avisaban los compañeros del colegio “Estefanía, que están fuera los fotógrafos” y yo me iba por la puerta de atrás para que no me sacaran.  

Has recorrido medio mundo trabajando como modelo, eso sin duda habrá dejado infinitos recuerdos en tu mente, ¿con cuál te quedas?

A mí lo que más me gusta del mundo de la moda es el poder viajar, conocer diferentes países, gente, poder hablar idiomas… Gracias a esto casi hablo 4 idiomas.

¿Qué idiomas hablas?

Hablo italiano porque he vivido allí 5 años, inglés, un poco de francés y español. Es lo que siempre digo, es bonito este trabajo porque te da a conocer mundo, y yo siempre me he encontrado con gente que me ha tratado fenomenal y me han cuidado muchísimo. Con 14 años me fui a Nueva York y estuve dos meses allí yo sola viviendo con otras modelos. Es una vida un poco alocada porque yo soy defensora de que hay que acabar los estudios siempre, cosa que yo no hice, pero yo he tenido siempre mucha suerte ya que me han cuidado mucho en todos los lugares del mundo donde he estado. 

Hablas de ciudades en las que has residido como Nueva York o Milán, grandes en tamaño y llenas de gente y de ruido… muy diferentes a Valladolid…

Muy diferentes, pero aquí se está super bien. Se está más tranquilo. A veces digo que prefiero vivir en Valladolid a Madrid porque allí son todos los días eventos y al final es una vida muchísimo más alocada. Yo tendría muchísimos más compromisos y ya llega un momento en que apetece estar tranquila. Soy bastante hogareña y me gusta estar con mi familia. Mi trabajo y estar con mi familia es lo que más me gusta y, al final, en la vida que yo he llevado, he estado subida la mitad del tiempo en un avión y con la familia y los amigos podía estar poco. 

Hablas de que vives volcada en tu familia y en tu trabajo, trabajo que desempeñas en Valladolid desarrollando tu faceta como empresaria. Sigues vinculada de alguna manera al mundo de la moda y los eventos y también a la hostelería…

La cocina siempre me ha gustado y yo siempre dije que cuando dejase el mundo de la moda me gustaría seguir vinculada a él. Entonces, como yo no me puedo estar quieta y soy una persona a la que estar solo en casa no le divierte, decidí montar una empresa de eventos y agencia de modelos. Por otro lado, surgió la oportunidad de entrar como socia en “Corinto” donde llevo 9 años y con la agencia 7. 

¿Y qué tal funciona una agencia de modelos en Valladolid? Parece que estos negocios son más típicos de ciudades más grandes…

Nosotros trabajamos muchísimo más fuera de Castilla y León que aquí. “Why Not Events” es una empresa que se dedica a los eventos de moda, pero a nivel nacional, y luego también hacemos muchísimas campañas, outsourcing, somos agencia de modelos, azafatas, fotógrafos… 

¿Cuál es tu sitio favorito de Valladolid?

A mí la Cúpula del Milenio me parece preciosa porque le da un aire tecnológico a la ciudad, luego el Teatro Calderón es un teatro estupendo, un clásico espectacular. La Plaza Mayor me encanta también… La verdad que hay sitios preciosos. Luego te vas a Simancas y también es precioso… 

¿Qué les enseñas a las visitas que tienes? Supongo que serán muchas, por los diferentes lugares en los que has vivido, no solo en España, sino también en el mundo…

Les suelo hacer un recorrido por la ciudad, por la parte antigua, la Plaza Mayor… El Campo grande me encanta porque es un paseo divino. Me encanta ver las ardillas, es muy bonito. Les llevo un poco por todos los lados destacados y luego les llevo siempre a comer lechazo porque siempre es lo que me piden. 

Yo quiero volver a hablar de la industria de la moda, de la que eres gran conocedora. Tu época, los años 90, fue la época de las súper modelos con cánones de belleza muy establecidos. Hoy en día estamos viviendo una pequeña revolución en la belleza en general respetándose más a las mujeres con más curvas, menos curvas, más altas, menos altas… ¿Cuál es tu opinión?

Pues me parece estupendo, porque quieras o no, nosotras, las modelos, por nuestro trabajo tenemos que estar delgadas. Antes había una imagen de que si no eres delgada no eres guapa y eso es mentira. Cada uno es como es y a mí las curvas me parecen bellísimas. Una mujer delgada no tiene porqué ser el estereotipo a seguir, por supuesto que no. Está cambiando todo mucho. Ahora hay agencias de modelos curvys y hay marcas que publicitan productos con mujeres que pasan de los 50 años. Somos un poquito más realistas. No tenía sentido que una campaña de publicidad de una crema antiarrugas la hiciera una chica de 20 años. 

¿Cuánto sacrificio hay detrás de la carrera de una modelo de tu talla? 

Pues bastante sacrificio porque, al final, había semanas en las que yo no sabía ni dónde estaba. Es cansado pero es cierto que, como dicen, sarna con gusto no pica. Me encantaba mi profesión y me encantaba viajar. Era lo que más me gustaba. Mucho sacrificio en el sentido de no poder estar con tu familia cuando te apetece o con tus amigos. También el tener que madrugar porque muchas veces, en las producciones de moda, te tienes que levantar a las cuatro de la mañana para poder coger los primeros rayos de sol que son los bonitos, y estar trabajando hasta última hora de la tarde, porque son también los rayos bonitos. A lo mejor te puedes tirar así quince días seguidos. Descansas poco, pero a mí me encantaba mi trabajo. 

¿Cómo te ves dentro de 20 años?

Pues me veo retirada en la playa.

Pues en Valladolid lo dudo, a no ser que sea en la playa de Las Moreras… 

(Risas) Me gusta Valladolid pero yo me veo jubilada en Marbella. Nosotros veraneamos siempre allí y he vivido 4 años en Marbella. El clima, ver el mar por las mañanas… mis paseítos por allí con mis amigas… En Marbella o en Málaga, me valen las dos. Que nuestros hijos vayan allí a vernos… Eso es lo que yo veo. 

¿Y si tus hijos quisieran seguir tus pasos y quisieran dedicarse al mundo de la moda? ¿Les animarías?

Yo sí. Primero les animaría a estudiar y después, claro que les animaría si se quisieran dedicar a la moda. Es bonito. Siempre teniendo un plan b para cuando se termine la moda. 

Ya has trabajado alguna vez con ellos…

Sí, hicimos un posado que salió en la revista “Hola” y luego ellos han hecho algún desfile. Lo único que al vivir en Valladolid es más complicado porque aquí trabajo para niños no hay y lo que no quiero hacer es llevarlos a Madrid a castings y que pierdan colegio. Ya tendrán tiempo de hacerlo si les apetece. 

Para terminar, quiero que me digas cuál es el recuerdo más bonito que tienes de Valladolid…

Sin duda el nacimiento de mi hijo. Siempre que pasamos por el hospital donde nació él mismo me dice “mamá yo nací ahí”.




 

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