Mayte Martínez es puro orgullo vallisoletano. Es considerada por muchos la mejor atleta de España, siendo la vigente plusmarquista nacional de 800 metros y 1.000 metros en pista cubierta y de 1000 metros al aire libre. A nivel internacional ha cosechado grandes resultados, destacando dos subcampeonatos de Europa y dos medallas de bronce en Campeonatos del Mundo. Pero más allá de ser la viva imagen del éxito deportivo en nuestro país es la representación del sacrificio, la valentía y la superación personal. En el 2012 decidió colgar las zapatillas tras llegar al límite de sus capacidades físicas y psicológicas debido al cúmulo de lesiones que arrastraba desde hacía años y le impidieron participar en los Juegos Olímpicos del 2008 y el 2012. A pesar de retirarse del atletismo profesional, Mayte Martínez sigue my vinculada al deporte que le apasiona y también a su ciudad natal. En Valladolid tiene una escuela de atletismo que lleva su nombre y de la cuál se siente tan orgullosa como nosotros de ella.
Empezaste en el atletismo como una actividad extraescolar cuando eras muy pequeña. ¿Por aquel entonces tus entrenadores ya veían un talento especial en ti? ¿Alguien se imaginaba que te convertirías en la mejor atleta española?
Bueno cuando era pequeñita sí que es verdad que me gusta mucho correr, iba corriendo todos sitios, cuando la pusieron como actividad extraescolar en mi colegio pues yo me apunté. Previamente había hecho gimnasia rítmica, Karate pero no me acaban de entusiasmar del todo y pusieron atletismo que yo consideré que era una actividad, correr, que para mí simplemente no era un deporte porque era mi manera de expresarme y mi forma de desplazamiento. Me apunté y me gustó. Eso fue con 11 años y desde entonces hasta ahora.
Y en todo ese proceso has sido 17 veces campeona de España absoluto, tanto en pista cubierta como al aire libre. ¿Cómo era tu preparación durante esta dura etapa de competición? ¿Qué modalidad prefieres?
Yo por mi manera de correr y teniendo en cuenta como yo preparaba tácticamente las carreras se me da mejor al aire libre. Aunque también es verdad que tengo una medalla europea y una del mundo en pista cubierta, pero mi manera siempre era de menos a más, era de terminar muy fuerte. Y es verdad que en la pista al aire libre tienes 100 metros mientras que en una pista cubierta, dependiendo de la curva y tal, se te puede quedar en 40 metros, entonces sprintar al final es más complicado, se me quedaba un poquito corto. No se me daba mal ninguna de las dos pero prefería correr al aire libre.
Has sido internacional 37 veces participando obteniendo grandes resultados en pruebas de torneos europeos e internacionales, incluso llegando a batir algún que otro récord. De todas las competiciones que has disputado, ¿con cuál te quedarías?
Al final todas son especiales e importantes porque la primera medalla que conseguí en el 2002 en el Campeonato de Europa fue muy especial porque empiezas a verte entre las buenas entre las grandes, empiezas a obtener grandes resultados. Pero desde luego si me tuviese que quedar con una elegiría la del Campeonato del Mundo porque fue la más importante. Fue una prueba de mucha dificultad, estando compitiendo con las mejores atletas en tres pruebas muy complicadas, y también mediáticamente fue la que más relevancia tuvo.
Además de cosechar muchísimos éxitos, a lo largo de tu carrera tuviste que afrontar muchos obstáculos, principalmente lesiones físicas pero también problemas de tiroides que te supusieron importantes consecuencias a la hora de competir. ¿Cómo afrontabas esas situaciones tan complicadas? ¿Cuál fue la más difícil de superar?
La vida del deportista de élite en general no es fácil. Es una vida de mucho sacrificio, de mucha renuncia, de estar las 24 horas pendientes no sólo del entrenamiento, sino también de la parte invisible que es igual de importante: una correcta alimentación hacer natación, fisioterapia, descanso. Entonces cuando te dedicas a un deporte tienes que estar ahí 100% entregado, con mucha disciplina y con mucho tesón. Lo único es que cuando te das cuenta que algo te gusta, que se te va bien pues parece que te lo tomas de otra manera y aparte de un hobbie empieza a ser tu profesión. He tenido muchos momentos buenos, de medallas, de compartir momentos especiales con otros compañeros, he tenido otros más complicados al igual que muchos otros atletas. No me considero especial o distinta a ellos. Así como yo he tenido lesiones otros también las han tenido. Al final es algo lógico, estás llevando tu cuerpo a unos niveles de entrenamiento que rozan el límite de lo saludable, estar entrenando con calor, con frío, series inagotables. Cuando quieres conseguir resultados y quieres estar entre los mejores del mundo tienes que llevar tu organismo hasta el máximo. Y bueno desde bien pequeña si que es verdad que he tenido numerosas lesiones, algunas más graves, otras menos. El problema de tiroides me limitó la práctica de atletismo pero eso al final te hace sacar la parte positiva. También es verdad que desde pequeña empecé a sacar buenos resultados y eso hace que le quites un poco de valor, que pienses que esto de correr es fácil y cuando empiezas a tener sustos a nivel de salud, como me paso con el tiroides, que aún era muy joven, pues te empieza a afectar en todo, a mi vida cotidiana y a mi profesión. Piensas que no vas a volver a correr y cuando eso es lo más importante en tu vida haces que quieras recuperarte y volver con más fuerzas y ganas. Entonces aunque sea una vida complicada es una vida que yo decidí tener. Siempre se le dice al deportista que dura es tu vida pero realmente para un deportista es mucho más duro no poder competir ni entrenar.
Aunque luego a la larga evidentemente ves que ha merecido la pena ¿En algún momento pensaste en abandonar?
Sí. Cuando llevas preparando un campeonato durante un año y justo dos días antes de la competición tienes una lesión o anemia o un la tiroides que se te descontrola pues entonces claro que piensas en tirar la toalla. Sobretodo que en el atletismo si no estás al 100% no vale de nada porque son campeonatos que se determinan por milésimas de segundo. Llega un punto que psicológicamente no llegas porque te mina. Pero siempre he tenido mucho apoyo de mi familia, mi entrenador, mi entorno al completo entonces me siento muy afortunada en este sentido porque siempre me motivaron a continuar. Ya la última lesión, cuando tuve que pasar por el quirófano por un problema de rodilla, pues ya después fue cuando en el 2012 tuve que finalizar mi etapa como deportista profesional.
Se puede decir que fue una despedida no deseada…
Ya no había ido a los Juegos Olímpicos en el 2008, me quería también despedir en los Juegos de Londres del 2012 para dejarlo bien pero veía que la rodilla no me dejaba. Era irme cada día de la pista llorando, estaba desanimada y desmotivada, y fue cuando ya tomé la decisión de colgar las zapatillas. Fue una cuestión que psicológicamente me sobrepasaba. El atletismo siempre había sido para mí un disfrute y en ese momento estaba siendo una pesadilla. Entonces ya decidí dejar ahí la carrera de deportista profesional y seguir practicando deporte claro está.
Ahí mismo quería llegar porque sigues muy vinculada al atletismo a través de una Escuela que lleva tu nombre y de la que eres directora y entrenadora. ¿Cómo va este proyecto?
Sí, sí, sí. Es la décima temporada de nuestra escuela de atletismo y bueno es un proyecto muy ilusionante. Es casi como un segundo hijo. Empezamos en el 2009 siendo una escuela muy pequeñita que empieza con 30-40 chavales. Y ver ahora que entre Valladolid y diferentes pueblos de la provincia tenemos a más de 300 niños y niñas con nosotros practicando atletismo pues la verdad es algo que me hace sentir muy orgullosa y es lo que intentamos. Nosotros queremos, y siempre hablo en plural porque este es un proyecto en equipo formados por muchos entrenadores con una gran profesionalidad y son fundamentales en el éxito de esta escuela. Su buen saber hacer nos ha permitido con muy pocos recursos llegar a muchísimos niños de la provincia. Entonces nuestra idea es seguir ya no te digo creciendo, porque creo que hemos alcanzado un volumen de niños ya increíble y suficiente, sino seguir brindando un servicio de calidad a nivel deportivo pero también a nivel educativo, de transmisión de valores, de compromiso social, de alimentación sana…
¿Te ves vinculada a la escuela dentro 10 años?
El objetivo siempre ha sido inculcar a los niños buenos valores deportivos y sociales, que se sientan arropados y que practiquen atletismo. Espero que sean 10 años y muchos más. Para mí hacer algo relacionado con el deporte, que es a lo que siempre me he dedicado, trasmitir mi pasión por el atletismo a los niños me hace realmente muy feliz.
¿Quieres enviar algún mensaje a nuestros los lectores por esta crisis del coronavirus?
Pues, me gustaría enviarles un saludo fuerte y desearles mucha salud para estos momentos tan complicados. También les aconsejaría que hagan actividad física, adaptada a su nivel personal para sentirse sanos a nivel físico y mental.
