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La Biblioteca de Castilla y León

José Manuel Lorenzo Jiménez |

Es un edificio que cuenta con casi 500 años de historia y a lo largo de todo este tiempo ha tenido tres usos distintos: palacio, hospicio y biblioteca.
La Biblioteca de Castilla y León

La Biblioteca de Castilla y León se ubica en el Palacio de los Condes de Benavente, un edificio renacentista que se construyó entre 1516 y 1520 en una vasta extensión de terreno al noroeste de Valladolid adquirida en 1475 por el IV conde y I Duque de Benavente, D. Rodrigo Alfonso Pimentel.

Es un edificio que cuenta con casi 500 años de historia y que a lo largo de todo este tiempo ha tenido tres usos distintos: palacio, hospicio y biblioteca. Por él pasaron y habitaron reyes, nobles y gente de alcurnia. También fue casa y hogar de miles de niños y niñas en tiempos de hospicio provincial. Y en la actualidad es punto de encuentro de los vallisoletanos y un referente cultural de Valladolid.


El Palacio

La envergadura e importancia de este palacio lo hizo convertirse con frecuencia en palacio real. En él se celebraron cortes generales y se alojaron Felipe II y Felipe III, cuyas hijas las infantas Dª Ana Mauricia (1601), que sería reina de Francia y protagonista de Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, y Dª María (1604) nacieron aquí.

El edificio vivió dos incendios: uno en 1668, que dañó seriamente uno de los patios y otro en 1716, que afectó la segunda planta del edificio, las torres y otros elementos. Sufrió reparaciones periódicas para su conservación, pero nunca volvió a su esplendor inicial.
 

Patio interior de la biblioteca de Castilla y León de Valladolid

El Hospicio Provincial

Desde 1849 hasta 1973 fue sede del Hospicio Provincial de Valladolid (unificando las Casas de Maternidad, Expósitos y Misericordia). Los archivos de la Diputación y del Ayuntamiento de Valladolid conservan mucha documentación que recoge cómo era la vida diaria en el hospicio (los primeros días, la higiene, la alimentación, la educación, los oficios, la vida espiritual, etc.) y las diferentes obras y ampliaciones que sufrió el edificio para adecuarlo a su uso.


Biblioteca

Tras años de abandono, ruina y decadencia, en 1984 el Ministerio de Cultura comienza la reconstrucción del edificio y su transformación en la sede de la Biblioteca Pública del Estado en Valladolid, integrada posteriormente en la Biblioteca de Castilla y León.

La biblioteca fue inaugurada por el Ministro de Cultura, Jorge Semprún, el 6 de marzo de 1990 y fue considerada una de las bibliotecas públicas españolas más modernas y mejor dotadas del momento. La biblioteca abrió definitivamente sus puertas en mayo de ese año.

Según el proyecto de 1984 de rehabilitación para la conversión del palacio de los Condes de Benavente en biblioteca pública, esta consta de 10.341 m2 de superficie, siendo la superficie útil de 7.105 m2.

Los primeros tiempos fueron de ficheros manuales, máquinas de escribir y ordenadores sencillos. Hoy las redes sociales, internet y las nuevas tecnologías son parte del día a día de la biblioteca. Los libros, las revistas, el cine y la música siguen llenando unas estanterías que han sido testigo de la llegada de los videojuegos y los libros electrónicos.

A lo largo de casi 30 años de funcionamiento algunos de sus espacios se han visto modificados para adaptarse a nuevas necesidades y nuevos servicios que han surgido con el paso del tiempo. En la actualidad, la planta baja alberga los accesos, la recepción, la zona de autopréstamo, el auditorio, la sala infantil y el acceso al Patio de Palmeras (espacio que durante los meses de verano permanece abierto para la lectura al aire libre y en el que tiene lugar el programa de actividades culturales Ventanas Escénicas); en la primera planta se localiza el servicio de información, las salas de narrativa y materias, la sala de lectura (que incluye la zona de ordenadores y acceso a internet), audiovisuales, hemeroteca, la sala de investigadores y las salas de reuniones de los clubes de lectura. Los sótanos están acondicionados como depósitos y la planta segunda se destina a despachos y oficinas.

Para conocer las principales funciones de la biblioteca conviene acercarse a la Ley 9/1989, de 30 de noviembre, de Bibliotecas de Castilla y León y al Decreto 56/1991 de 21 de marzo que regula su funcionamiento. Dichas normas la sitúan como cabecera del Sistema de Bibliotecas de Castilla y León y principal centro de conservación y difusión del patrimonio bibliográfico de la Comunidad.

Por lo tanto, uno de sus principales cometidos es la formación, preservación y difusión de una colección amplia y representativa de las obras publicadas sobre temas y de autores castellano-leoneses. Entre sus fondos se encuentran también bibliotecas de autores como José María Fernández Nieto, Julio Valdeón, José María Tejero, Dámaso Santos, Leopoldo Cortejoso y César Hernández o archivos personales entre los que destaca el de la escritora salmantina Carmen Martín Gaite. Es también importante la Biblioteca Digital de Castilla y León (BDCYL), que proporciona a la ciudadanía el acceso libre y gratuito a través de internet a los fondos bibliográficos y documentales de autores y temas castellanos y leoneses que conservan las bibliotecas y archivos de la Comunidad Autónoma. De esta forma se difunde el patrimonio bibliográfico y documental y se garantiza la preservación de los bienes que lo constituyen mediante la digitalización de las obras más valiosas.

Sin embargo, la función más visible de la biblioteca es la que todos los ciudadanos conocen: la de servicio de lectura pública, cuya misión es proporcionar a los usuarios, sin discriminación de ninguna clase y con una clara vocación inclusiva, los materiales tradicionales (libros, publicaciones periódicas, audiovisuales, etc.) y los modernos servicios y soportes (multimedia, Internet...) que precisen para satisfacer sus necesidades de información, educación, ocio y acceso a la cultura. Para el cumplimiento de este objetivo esencial, la biblioteca ofrece servicios como el préstamo a domicilio, acceso a documentos de otras bibliotecas a través del préstamo interbibliotecario, ordenadores con acceso a ofimática e internet, servicio de wifi, préstamo de libros electrónicos a través de la plataforma eBiblio Castilla y León, información bibliográfica y reproducción de documentos, entre otros. Además, la biblioteca es un punto de encuentro de los vallisoletanos que participan activamente en las actividades culturales que se programan periódicamente como son los clubes de lectura, de cine, de música y fotografía, conciertos, ciclos de cine, conferencias, exposiciones, teatro, cuentacuentos, talleres para niños, etc.

La biblioteca es un centro de información y reunión que quiere tener algo que ofrecer a todos, a los que ya la visitan y a los que todavía no lo hacen. No ha abandonado la tarea tradicional de conservación y difusión del patrimonio cultural y bibliográfico local y regional pero, en una sociedad que cambia muy deprisa, el reto es cambiar con ella para encontrar y ocupar el lugar que le corresponde. Para lograrlo, la vida de la biblioteca no puede caminar de espaldas a la de la ciudad y a las de las personas que la habitan.

La biblioteca en cifras (2018)

Salas interiores de la biblioteca de Castilla y León

Instalaciones

  • m2 de uso bibliotecario: 5.800

Visitantes y usuarios

  • Visitantes: 494.383

  • Usuarios inscritos: 112.478

Colecciones

  • Libros y folletos: 607.216

  • Prensa y revistas: 173.791

  • Audiovisuales: 55.096

Préstamos

  • Nª de préstamos: 257.752

Actividades culturales

  • Nº de actividades: 598

  • Asistentes: 17.334 adultos y 4.184 niños

 

Anunciantes de la actual edición de la revista eSmás:

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