Según ha documentado el blog Domvs Pvcelae, la respuesta correcta sería la segunda, por muy decepcionante que pueda parecer. El artículo cuenta con la información extraída de la prestigiosa Revista de Folklore del Centro Etnográfico Joaquín Díaz de Urueña y con la voz experta de Oroncio Javier García Campo.

¿Existe el traje típico de Valladolid?

Dentro del folklore, la moda siempre ha estado en un segundo plano. A pesar de ser muy importante y representar con mucha veracidad la esencia de una cultura, nunca ha tenido la importancia de otras disciplinas como son la gastronomía, la música o la danza. De hecho, muchas veces se han presentado como un exclusivo acompañante de estas dos últimas artes.

De esta forma, cuando se han representado los trajes típicos vallisoletanos se ha hecho de forma superficial, sin entrar en profundos estudios que llevan a analizar el verdadero significado de un atuendo, muy vinculado con aspectos como la edad, el estado civil, el oficio, la clase social, la jerarquía.

El problema que se ha producido a la hora de confeccionar estos trajes, según explica Domvs Pvcelae, es que se han tomado como referencia imágenes, grabados y estampas antiguas que pueden dar una idea de cómo eran esos atuendos. Sin embargo, este siempre será un análisis superfluo, puesto que no tiene en cuenta la sensibilidad especial que tiene un experto de la confección. La observación de un pintor puede aportar detalles significativos, pero no es capaz de darle el valor simbólico que con toda probabilidad tiene cada aspecto de un ropaje.

Por esta razón, el especialista en etnografía Oroncio Javier García Campo ha llegado a la conclusión de que no existe el traje típico vallisoletano. En la actualidad contamos con muchas representaciones, que serán más o menos fidedignas, pero que sin lugar a dudas han desvirtuado el que era el verdadero traje típico de la ciudad. Aunque desgraciadamente este patrimonio esté perdido, muchos grupos de folklore han intentado recuperar algunas de esas piezas más destacadas.

Solo algunos de ellos han conseguido crear atuendos que representan con cierta pureza la tradición de nuestra ciudad, una labor que debería seguir fomentándose para perpetuar nuestra cultura.